Madre Serafina

Madre Serafina Farolfi es la Fundadora de las hermanas Clarisas Franciscanas Misioneras del Santísimo Sacramento, nació en Tosiñano (Italia) el día 7 de octubre de 1853, hija de Federico Farolfi y Ottilia Santandrea, fue bautizada con el nombre de Francisca.

Su madre no perdía oportunidad para inculcar en el corazón de su primogénita profundos sentimientos de caridad cristiana. Francisca crecía en el amor a Dios y desde pequeña se sentía cautivada por el deseo de ser misionera.

El amor tan grande que sentía hacia Jesús la inspira desde los 9 años a «huir de casa», para ir a las misiones. Era para ella un sueño y muy pronto se hizo realidad. Se repetía a si misma muchas veces: «Quiero que todos amen a Jesús, yo… rezaré, estudiaré y lo lograré…«.

Aunque no era común en su época estudió y obtuvo el Diploma de maestra… en su corazón pensaba: «Ahora sí podré dedicarme a la educación de los niños y de los jóvenes más necesitados«. Mientras tanto dentro de si iba cultivando su vocación de entrega a Dios. Francisca entendió que el Señor la quería consagrada a Él dedicándose a la educación.

SU VOCACIÓN

Francisca siente la llamada del Señor a seguir sus huellas como Francisco y Clara de Asís y así… cambia su vida, el día 27 de octubre de 1873 Francisca decide ser religiosa.
Su padre no está contento con su elección, pero Francisca entiende que lo primero de todo es obedecer a Dios, decía: «No pensar sólo en si mismos, sino dedicarse a los demás, porque quien ama a Dios lleva el mundo en el corazón«.

Tenía 20 años cuando entra en el convento de las Hermanas Terciarias de Forí, ella misma escribe: «Al entrar en el convento expuse claramente mi pensamiento, quería unir la espiritualidad de San Francisco con la tarea educativa impartida en el Colegio».

El 27 de octubre de 1874 Francisca recibe el hábito franciscano e inicia su año de Noviciado. Toma el nombre religioso de Serafina de Jesús. Un año de Noviciado muy especial: Novicia y Directora del Colegio.

Al finalizar el año de Noviciado el Señor premió su sufrimiento por la oposición de su padre: sus dos hermanas la siguen en el ideal religioso, Benjamina que muere a los 27 años y Caterina que sigue a Serafina. Esta vez su padre no se opuso, el mismo las acompaña al Convento. Era la víspera de la Profesión Religiosa de Serafina, y pudo volver abrazar a su padre y obtener el «perdón».

El 28 de octubre de 1875 Sor Serafina hace su Profesión Religiosa: Pobreza, Castidad y Obediencia… «Que felicidad«. Dice: «Nada es mío, todo es mío cuando es de Jesús. prometer poco y observar mucho«.

EDUCADORA

Para Madre Serafina, la Contemplación y la Acción, son la síntesis de su vida.  Siente una misteriosa inspiración por reformar la vida a través de la Contemplación y dedicarse por completo a la educación de la juventud.  Sus objetivos: «Formar buenos cristianos, obedientes, ejemplares, óptimos ciudadanos, amantes del trabajo y del orden, útiles a si mismos y a la sociedad».

Decía con frecuencia: «Nada es pequeño a los ojos de Dios, las cosas mas pequeñas hechas por su amor, se revisten de la misma nobleza de Dios».

«Jesús en la Comunión nos enriquece de sus virtudes y nos da sus gracias».

Un día sin Comunión era el sacrificio mas grande que se le podía exigir: «Que vacío sin recibir a Jesús.  Privada de la Vida, ¿como es posible seguir viviendo?»

Durante su vida, no deseo otra cosa que cumplir la voluntad de Dios.  Sus ansias de dedicar su vida a la educación de la juventud y con preferencia a la mas abandonada, no podía quedarse encerrada en los limites estrechos de un Convento como era el de Forlí.

Soñaba con la fundación de muchos colegios..  y .. después de pensarlo bien, decide de abandonarse completamente en las manos de DIOS, sentía que el Señor se encargaría de llevar a termino la obra que estaba naciendo en su corazón «Jesús mio tu lo sabes porque conoces mi corazón, yo quiero solo lo que tu quieres».   Tuvieron que pasar 20 años para realizar esta obra de Dios entre sufrimientos y contradicciones:  «como el grano de trigo que tiene que morir para dar fruto».  «Todo pasa, todo termina…  mira el cielo… allí te espera la corona que vas entretejiendo según la voluntad de Dios».    Dios preparo el terreno abriendo un surco en Bertinoro, pequeña ciudad al norte de Italia donde una vieja Abadía de los Camaldoleses, había quedado abandonada desde la invasión Napoleónica.

…  Y asi, en Julio de 1893 por predisposición de las Autoridades de Forlí fue cerrado el colegio, porque estaba en decadencia y falta de funcionalidad local.

Madre Serafina recibe esta noticia en Baño de Romaña y su única preocupación es de salvar su Colegio que , para ella, representa su ideal de educadora.

Inmediatamente envía a las Hermanas un telegrama diciendo:  «Disponed todo y llevad a las alumnas a Bertinoro, allí os alcanzare».

“Quiero hacerme santa en el lugar y en la forma que Jesús quiere”.  Son los comienzos de la nueva fundación, ya que Madre Serafina no volverá más a Forlí.
Así, siendo fiel a la voluntad de Dios que se manifiesta a través de los acontecimientos, Madre SERAFINA funda el nuevo Instituto de Clarisas Franciscanas Misioneras del Santísimo Sacramento, conciliando la misión educativa con la espiritualidad franciscana.
El 1 de Mayo de 1898, el nuevo Instituto fue reconocido oficialmente por las Autoridades religiosas. En ese mismo día Madre SERAFINA, como fundadora y sus ocho compañeras, que con ella se trasladaron a Bertinoro, renovaron los votos de: CASTIDAD, POBREZA Y OBEDIENCIA y profesaron la REGLA DE SANTA CLARA.   El 1 de Mayo de 1898, que quedará en la historia cómo el “Día de la fundación del Instituto”: “Día feliz y todo de Dios”. “Yo quiero a Jesús sólo y su divina voluntad, esto y nada más”  
Las ocho  Hermanas y Madre Serafina formaban una comunidad ejemplar vivían el lema :”Un solo corazón, una sola alma en el corazón de Jesús”.
Se dedicaban a la tarea educativa viviendo la contemplación en la acción “ La verdadera santidad no consiste en hacer muchas cosas sino en hacer bien lo que se hace sólo lo que Jesús quiere”
El nuevo Instituto comienza su expansión. Aumentan la casas religiosas a las que Madre SERAFINA llamaba también “nidos” y con frecuencia“sagrarios”.
CARISMA
El deseo que Madre Serafina ha tenido siempre ha sido “Una sola  cosa deseo en la tierra, conocer la divina voluntad y seguirla. Id, encended y llevad el Amor de Jesús Sacramentado a todos”.   El carisma eminentemente franciscano se concretiza en:”LLEVO LOS MISTERIOS” es decir eucaristico-misionero.
El fundamento de su espiritualidad es Cristo.  A ejemplo de Santa Clara y San Francisco tiene un gran amor a Jesús Sacramentado tanto que quiso que se llamase  su Congregación: Clarisas Franciscanas Misioneras del Santísimo Sacramento.
“Todo pasa… todo termina.  Vive como si tu reloj marcase en cada hora la ultima de tu vida”
Madre Serafina ve la realización del sueño de su infancia:
Las misiones se abren delante de ella.  El 1 de febrero de 1901 las primeras cuatro misioneras salen de Trieste (Italia), hacia la INDIA“Id hijas mías Jesús os espera donde os ha llamado… y vuestros pasos van sólo hacia El..oh, si yo pudiera seguiros como desde siempre he pensado. Os bendiga el Padre el Hijo y el Espíritu Santo,os acompañe María. Id yo estaré siempre con vosotras”.     Y, llega un nuevo año de gracia ,el 13 de Mayo de 1907, parten de Génova otras cuatro misioneras hacia Brasil.
Madre Serafina seguirá siempre con amor a sus misioneras sobre todo en los  momentos de dificultad , en todo ello ve la mano de Dios: “Jesús os bendiga y esté siempre con vosotras, id en compañía de María…yo también estaré con vosotras…Animo y fé. Vosotras haced todo lo que podáis lo demás dejárselo a Dios”.      Madre Serafina no se detiene en su deseo de llevar el Evangelio de Cristo por el mundo no conoce pausas. Su corazón se abre para todos. Llega la 1ª Guerra Mundial 1914-1918 y ella con sus hermanas se disponen a ayudar a tantos heridos alojados en los hospitales militares. Escribe al Papa diciendo: “ En estos momentos terribles , por esta trágica guerra , pongo a disposición de su Santidad, Hermanas, colegios y todo lo que sea necesario para ayudar y si es necesario dar la vida para salvar a los que sufren”.   Madre Serafina, no se cansa y sigue abriendo en Italia “sagrarios”, los llamaba así porque en cada casa antes de todo tenia que estar la capilla con su Sagrario para Jesús Eucaristía.
En  Italia se extiende tan rápidamente el Instituto que en sólo 19 años de vida, se abren 35 comunidades.
Madre Serafina ha tenido siempre una salud delicada. Pocos días antes de morir reúne a todas las Hermanas para decirlas:


ADIÓS, ID POR TODO EL MUNDO Y LLEVAD A TODOS EL AMOR DE JESÚS 
EUCARISTÍA, haceros santas y haced siempre la caridad a todas las personas.”

Al alba del 18 de Junio de 1917, Madre Serafina, a la edad de 64 años, consumida y habiendo cumplido con AMOR la voluntad de Dios, deseada tanto por ella, voló al cielo.  Sus ultimas palabras fueron:AVE MARÍA, AVE MARÍA …¡En el cielo nos reuniremos para siempre!”.    El surco hecho por tantos años de alegrías y sufrimientos recibe ahora la semilla de su vida para que deshaciéndose en la tierra se multiplique en el tiempo.